jueves, 6 de marzo de 2008

La Zona

La calle es el otro, la mentira siniestra que enfrentas cada madrugada. Solo, en medio de una multitud que se retira lentamente, Piojo remueve todo el cieno de la noche que espera terminar pronto. Mira a los otros como si esperara algo, como si de pronto todos rompieran con la rutina de la madrugada y se lanzaran a cantar y bailar, en perfectas coreografías de musical gringo, en medio de la calle.
Piojo está solo.
Encuentra a unos conocidos en la licorería que no cierra nunca. Le invitan a quedarse con ellos. Él se aleja rápidamente.
Afuera, la ciudad se arremolina en el cuenco de la montaña… en ademán de cerrar el puño… los últimos automóviles se alejan hacia los barrios residenciales… veladores somnolientos se espabilan al paso de los camiones que recogen la basura… la ciudad de las cuatro y media a.m., ante meridien, after morning, ad mortem, antes de la mierda…

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