jueves, 29 de enero de 2009

Otra entrada vanidosa...

Navegando por allí me encontré con un video que se filmó hace unos dos años, como parte del proyecto de la Corporación Metropolitana de Turismo, para promocionar la ciudad en el mundo. Los productores decidieron trabajar con Quito Eterno, el proyecto educativo de mis amores. Lastimosamente, en youtube solo se consigue la versión en inglés, pero las tomas son muy bonitas. Además podrán ver allí a algunos de los personajes de leyenda: el tallador, Manuela Sáenz, la princesa Quilago, la Torera... y a su servilleta, como el Supay... Y de yapa: algunos testimonios de personas valiosísimas que han dedicado su vida a conservar la memoria del patrimonio tangible e intangible de la ciudad. Algunos de ellos nos honran con su amistad y, en Quito Eterno, los consideramos nuestros maestros en esta aventura de descubrir quiénes mismo somos. Allí está doña Ximena Escudero, autoridad de la historia del arte quiteño; el doctor Julio Pazos, mi profesor de la universidad, poeta y experto en cocina tradicional (hace un rosero de lujo...); don Édgar Freire Rubio, librero de los que ya no hay y san roqueño de pura cepa... y la madre Michita, del monasterio de Santa Catalina de Siena, la monjita más entrañable de la ciudad, repleta de historias y guardiana del arte del convento...
Solo he subido una de las tres partes, para que se cargue rápido la página... igual pueden ver las otras dos ahí mismo. No se lo pierdan: a la distancia se me hace más hermosa la ciudad que voy aprendiendo a amar.

jueves, 22 de enero de 2009

Francisco Granizo (1928-2009)

Desperté hoy (en horario de estas tierras) con la noticia de la muerte de quien considero uno de los mejores poetas ecuatorianos de los últimos tiempos y, en lo personal, un modelo de ética literaria. Francisco Granizo, quien nació en Quito y estudió en el colegio San Gabriel, siempre fue un escritor en el margen, fuera de los grupos de autoalabanza, reacio a la promoción constante y desesperada de su propia obra. Características tan comunes entre los puetas de ahora... y de siempre. Sobrio (en un sentido absolutamente poético) y profundo, su trabajo denota un cuidado constante en la palabra: ritmo y sonoridad que no terminan por destruir un discurso poético, palabras e imagenes que no se convierten en un amontonamiento absurdo.
Bueno, como siempre, no será una noticia demasiado importante. Los busetos preguntaban en su blog sobre las causas de la ausencia ecuatoriana en los grandes festivales y ferias literarias. Yo creo que es porque nuestra literatura carece del lector más importante: el ecuatoriano. Pero eso es tema de otra entrada. Y como dijo mi querido amigo, elvásconez: que la tierra te sea leve, Francisco...

Méteme, Dios, en la celada celda.
Insaciable, celoso,
muerde la entraña, Dios,
bebe, mi pozo
olvidado y profundo, te estremezca
la vasta sed de gozo.

("Nada más el verbo")

El puema...

A veces uno se aferra a sus amores adolescentes, aunque hayas tenido otras experiencias iguales, o mejores, que esas primeras. Siempre he sido un lector apasionado de puesía, y no por esnobismo (sé que es el "género" de más difícil lectura, si excluimos los cláaaaasicos poemas romanticones), sino porque me encanta que un texto me vacíe, que sus imágenes me seduzcan y me dejen arrasado, sin ganas de hacer o decir nada. Creo que esa es la función del puema: que te sacuda en un mar de sensaciones. Y ojo que no digo sentimientos, ese es uno de los peores errores de nuestros profesores de secundaria, que nos enseñan que la poesía consiste en expresar sentimientos, mientras se tuerce los ojitos y se suspira un montón... y terminamos de borronear estrofillas (o cancioncillas) que dicen cosas como: amo tu maldita indiferencia que destruye mi maldito corazón en esta maldita soledad...

Y cuando llegamos a los verdadero puetas, nos quedamos sin saber qué carajos es eso que no nos enamora ni nada...

He transitado por esa puesía muuuuy intelectual (y la he disfrutado), pulida en su sonoridad hasta la música... repleta de guiños filosóficos, teológicos e históricos... poemas que reflexionan sobre la inutilidad de la poesía, sobre la tragedia del papel en blanco, sobre las palabras que envuelven el silencio...

Pero siempre volveré a textos como este: salvajes de tan repletos, desmelenados, abundantes, corrosivos, repletos de imágenes sugerentes...

Así que, sin más... un pedacito del canto I del Altazor, de Vicente Huidobro, un texto que -como en un buena relación de pareja- aún me hace la piel de gallina, a pesar de que nos conocemos aaaaños:



Altazor ¿por qué perdiste tu primera serenidad?
¿Qué ángel malo se paró en la puerta de tu sonrisa
Con la espada en la mano?
¿Quién sembró la angustia en las llanuras de tus ojos como el adorno de un dios?
¿Por qué un día de repente sentiste el terror de ser?
Y esa voz que te gritó vives y no te ves vivir
¿Quién hizo converger tus pensamientos al cruce de todos los vientos del dolor?
Se rompió el diamante de tus sueños en un mar de estupor
Estás perdido Altazor
Solo en medio del universo
Solo como una nota que florece en las alturas del vacío
No hay bien no hay mal ni verdad ni orden ni belleza
¿En dónde estás Altazor?

La nebulosa de la angustia pasa como un río
Y me arrastra según la ley de las atracciones
La nebulosa en olores solidificada huye su propia soledad
Siento un telescopio que me apunta como un revólver
La cola de un cometa me azota el rostro y pasa relleno de eternidad
Buscando infatigable un lago quieto en donde refrescar su tarea ineludible

Altazor morirás Se secará tú voz y serás invisible
La Tierra seguirá girando sobre su órbita precisa
Temerosa de un traspiés como el equilibrista sobre el alambre
que ata las miradas del pavor
En vano buscas ojo enloquecido
No hay puerta de salida y el viento desplaza los planetas
Piensas que no importa caer eternamente si se logra escapar
¿No ves que vas cayendo ya?
Limpia tu cabeza de prejuicio y moral
Y si queriendo alzarte nada has alcanzado
Déjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra
Sin miedo al enigma de ti mismo
Acaso encuentres una luz sin noche
Perdida en las grietas de los precipicios

domingo, 18 de enero de 2009

Ofelia city

El sentido de oportunidad se me escapa entre sonrisitas nerviosas. Cuando una mujer me observa fijamente (que, a decir verdad, es casi nunca) yo miro rápidamente hacia otro lado. ¿Por qué no puedo sostener esa mirada? Es una pregunta que suele ser mejor no contestar., de esas que se dejan por allí, almacenadas junto a los rencores viejos. Encuentro a Flavia conversando con una amiga, mientras bebe cerveza y fuma un cigarrillo. Es posible que pierda nuevamente, que se me escape en la conversación animadísima que sostiene en ese momento.
Persigo a una party animal y no sé que tanto me guste eso. No soy una persona nocturna. Pero mi obsesión se desliza entre las noches de esta ciudad, recorriendo las calles iluminadas por los escaparates de los bares de moda. Y yo no salgo por la noche. A riesgo de sonar obvio, me estoy volviendo noctámbulo: poco a poco voy conociendo cada barra de Ofelia City. Quitodeldosmilseis. No podría recordar los lugares a los que me ha sido negada la entrada. Supongo que hay algo en mí que provoca el rechazo inmediato de los gorilas que siempre vigilan las puertas. Debo apestar a pobreza. Siempre me observan desde sus enormes cabezas, rapadas y simiescas.

- Estamos llenos.

Echo una rápida mirada hacia adentro y alcanzo a ver a no más de veinte personas.

- No hay nadie adentro.

El animal empieza a colapsar. Busca el pretexto ideal y solo alcanza a hallar el menos estúpido.

- Fiesta privada.

Así que me quedo fuera, esperándola.

Ella sabe que estoy allí, y se divierte estirando el tiempo, riéndose bulliciosamente para que la oiga, para que desespere afuera, en el frío de una noche que se me va haciendo más pesada. Luego se despide de sus amigos, de todos, uno por uno. Los besa, abraza, pellizca y acaricia. Finalmente sale y hace como si fuese una sorpresa encontrarme allí.

- ¿Me estabas esperando? Pobrecito…

jueves, 8 de enero de 2009

¿Estamos locos? (La palabra en movimiento: última llamada)

No había subido este último texto, porque lo consideraba bastante extemporáneo. Pero creo que ahora existe una coyuntura ideal. Así que lo subo, con varias actualizaciones (en cursiva) y así, cierro definitivamente y sin remordimientos (fuera de algunos comentarios valiosos) el otro blog.

Está chévere todo este asunto del artista... esta suerte de evasión en que se convierte la dinámica misma del oficio. Todos apretamos los dientes cuando cobramos dinero (¡dinero real!) por nuestra obra, así sea por parte del revolucionarísimo y bolivarísimo gobierno del compañerito... Y mantenemos intacto el discurso de "pureza de la poesía" (Por lo menos a mí, cada vez que oigo la palabreja, me suena medio neonazi...)

¿Es posible que un montón de políticos maniáticos se aprovechen de un congreso de movimientos sociales, sea cual sea su filiación política, para espiarlos y esperarlos en las fronteras? Despachan a unos cuantos estudiantes de la UNAM en Sucumbíos (frontera norte) y apresan a una muchacha en Tumbes (frontera sur). Y, a pesar de que algunos mexicanos y la chica peruana ejercían el no muy noble oficio literario... nadie dice nada, por lo menos no en mi país.

¿Es posible que, en Medio Oriente (y en muchas otras partes del mundo), la vida humana valga tan poco? ¿Que un pueblo de tal refinamiento y tal sensibilidad teológica, literaria, filosófica y estética, haya descendido a un nivel tan escandaloso de cinismo? Yo mismo lo he dicho en otros blogs. El pueblo judío NO es lo mismo que el Estado de Israel. Y aquí me perdonarán algunos amigos y maestros, pero me parece excesivo el unir los colores del judaísmo (aunque sea en la bandera de Israel) con la svástica nazi, nada que ver, nada que ver...

¿Es posible que para muchos (periodistas respetables incluidos) la idea misma de "izquierda" sea una abominación, y que ser de "extrema izquierda" sea comparable a pertenecer a las mafias rusas, o al narcotráfico latinoamericano? Mientras que los partidarios de la extrema derecha, oscurantista, usurera y fanatizada, se llaman a sí mismos "libertarios".

¿Hacia donde dirigirnos entonces? ¿Hacia una libertad de mercado? ¿Hacia una libertad de las clases menos favorecidas donde todos tengamos derecho a morirnos de hambre? ¿O hacia la libertad del ajenjo, los paraísos artificiales y el arte por el arte? No veo que el ser humano aparezca por ninguna parte...

Dixi