jueves, 8 de enero de 2009

¿Estamos locos? (La palabra en movimiento: última llamada)

No había subido este último texto, porque lo consideraba bastante extemporáneo. Pero creo que ahora existe una coyuntura ideal. Así que lo subo, con varias actualizaciones (en cursiva) y así, cierro definitivamente y sin remordimientos (fuera de algunos comentarios valiosos) el otro blog.

Está chévere todo este asunto del artista... esta suerte de evasión en que se convierte la dinámica misma del oficio. Todos apretamos los dientes cuando cobramos dinero (¡dinero real!) por nuestra obra, así sea por parte del revolucionarísimo y bolivarísimo gobierno del compañerito... Y mantenemos intacto el discurso de "pureza de la poesía" (Por lo menos a mí, cada vez que oigo la palabreja, me suena medio neonazi...)

¿Es posible que un montón de políticos maniáticos se aprovechen de un congreso de movimientos sociales, sea cual sea su filiación política, para espiarlos y esperarlos en las fronteras? Despachan a unos cuantos estudiantes de la UNAM en Sucumbíos (frontera norte) y apresan a una muchacha en Tumbes (frontera sur). Y, a pesar de que algunos mexicanos y la chica peruana ejercían el no muy noble oficio literario... nadie dice nada, por lo menos no en mi país.

¿Es posible que, en Medio Oriente (y en muchas otras partes del mundo), la vida humana valga tan poco? ¿Que un pueblo de tal refinamiento y tal sensibilidad teológica, literaria, filosófica y estética, haya descendido a un nivel tan escandaloso de cinismo? Yo mismo lo he dicho en otros blogs. El pueblo judío NO es lo mismo que el Estado de Israel. Y aquí me perdonarán algunos amigos y maestros, pero me parece excesivo el unir los colores del judaísmo (aunque sea en la bandera de Israel) con la svástica nazi, nada que ver, nada que ver...

¿Es posible que para muchos (periodistas respetables incluidos) la idea misma de "izquierda" sea una abominación, y que ser de "extrema izquierda" sea comparable a pertenecer a las mafias rusas, o al narcotráfico latinoamericano? Mientras que los partidarios de la extrema derecha, oscurantista, usurera y fanatizada, se llaman a sí mismos "libertarios".

¿Hacia donde dirigirnos entonces? ¿Hacia una libertad de mercado? ¿Hacia una libertad de las clases menos favorecidas donde todos tengamos derecho a morirnos de hambre? ¿O hacia la libertad del ajenjo, los paraísos artificiales y el arte por el arte? No veo que el ser humano aparezca por ninguna parte...

Dixi

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